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lunes, 1 de marzo de 2010

¿PORQUE DECIR “SÍ” A LOS MEDICAMENTOS BIOEQUIVALENTES?

Por naturaleza, el ser humano ha sido y es cuestionador por excelencia, siempre tratando de entender y explicar la realidad que le rodea. Desde preguntas filosóficas como: ¿qué somos? ¿de dónde venimos? ¿a dónde vamos?; a preguntas más objetivas como entender el proceso salud-enfermedad; y una vez entendido éste, encontrar mecanismos que ayuden al ser humano a combatir o mitigar la enfermedad.

El desarrollo de medicamentos ha sido fundamental para poder cumplir este último objetivo y lo ha hecho con éxito, ya que gracias a los avances en farmacología la esperanza de vida del ser humano se ha incrementado, el mejor ejemplo: los antibióticos.

Es fácil imaginar que para que la farmacología se desarrollara y sus avances fueran de acceso a toda la población se requería crear un mecanismo que pudiera cumplir con esta tarea a nivel mundial de ahí el nacimiento de la industria farmacéutica, con todo lo que esto conlleva, desde la síntesis de moléculas de uso farmacológico, su investigación en modelos animales, en humanos, hasta su distribución global una vez comprobada la seguridad y eficacia del medicamento.

El tiempo y el costo que involucra el desarrollo de un solo fármaco es inimaginable, el proceso puede llegar a ser de 10, 15 o 20 años de investigación y los costos millones de dólares. Cuando el medicamento ha demostrado utilidad y cumplido con todas las normas internacionales para su comercialización la empresa farmacéutica cuenta con 20 años para poder recuperar la inversión y obtener utilidades, no hay que olvidar que muchas de sus moléculas se quedan en el camino porque no logran cubrir todas las características necesarias tanto de seguridad, eficacia u otros.

Una vez que la empresa farmacéutica ha perdido la patente de su medicamento, otra empresa puede utilizar la molécula para comercializarla a un costo mucho menor, ya que no ha tenido que invertir en la investigación necesaria para el desarrollo de un fármaco. Sin embargo, esta empresa tiene que demostrar que su medicamento es bioequivalente con referencia del original, es decir que el medicamento elaborado por esta nueva empresa demuestra mediante pruebas de bioequivalencia que su medicamento llega a la circulación sanguínea en el mismo tiempo y en la misma cantidad que el original o de referencia. Una vez demostrado esto, se cuenta con la seguridad que el medicamento que demostró bioequivalencia es de la misma calidad que el medicamento original.

Ahora bien, si ambos medicamentos son igualmente eficaces y seguros es indistinto utilizar uno u otro en cuanto a su utilidad orgánica, sin embargo la gran diferencia es su costo que puede ser 40 a 60 % más barato. Es posible que muchos de los consumidores por razones más subjetivas que objetivas decidan comprar el medicamento original, sin embargo para los Sistemas de Salud esto significa un ahorro de millones de pesos o dólares al utilizar medicamentos bioequivalentes, mismos que pueden ser destinados a la compra de medicamentos que aún no pierden la patente u otras necesidades de salud.

¿Por qué decir “SI” a los medicamentos bioequivalentes? Porque no hay una razón sólida para decir “NO”….


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